Madre Mazzarello vivía su vida llena de alegría, esperanza, fe y sueños. Nosotras como salesianas que somos debemos seguir su ejemplo y vivir nuestra vida al máximo dando lo mejor de nosotros en cada paso y saber que una caída no significa que debemos darnos por vencidas, sino esforzarnos más para no volver a caer.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario